- Método 1 de 4: Cuidar bien de tu cabello
Los factores, tales como la frecuencia del lavado y la temperatura del agua, podrían afectar el largo de tu cabello. Esto se debe a que lavarlo demasiado seguido (o sea, todos los días) con agua muy caliente lo resecará y lo pondrá quebradizo, lo cual hará que se quiebre y evitará que crezca largo y grueso. ¿La solución? Lávate el cabello no más de 3 veces por semana y emplea el agua más fría que puedas soportar.
- Al principio, lavar menos tu cabello podría ocasionar que se vea un poco grasoso. Ponte un sombrero unos cuantos días hasta que tu cuero cabelludo se acostumbre a producir menos aceite y todo se equilibre. ¡No te tomará mucho tiempo!
- Si no te gusta bañarte con agua fría, trata de lavártelo en el lavabo con agua fría aparte de tus duchas regulares. Cuando te duches, mantén tu cabello cubierto con una gorra de baño.
2- Seca tu cabello suavemente.
¿Acaso te secas bruscamente el cabello con una toalla, lo cepillas y lo secas con la secadora? ¡Lo vas a quebrar! Nunca podrá crecer largo y fuerte, pues lo estás manipulando con demasiada brusquedad mientras está húmedo.
Imagina que tu cabello es como una prenda hecha de buena tela: no la tirarías a la secadora, sino la colocarías cuidadosamente en el tendal para que se seque naturalmente.
Trata a tu cabello con el mismo cuidado. Después de lavártelo, sécalo suavemente con una toalla y deja que se termine de secar de manera natural.
- No lo cepilles mientras esté húmedo. El cabello húmedo tiende a estirarse y a quebrarse con mayor facilidad que cuando está seco. Si necesitas desenredártelo, hazlo con tus dedos o con un peine de dientes anchos.
- No seques tu cabello con la secadora excepto para ocasiones especiales. La secadora en realidad lo dañará poniéndolo más quebradizo, más encrespado y con más horquillas, lo cual no será fácil de reparar; tendrás que esperar que crezca cabello nuevo.
3- No utilices químicos fuertes en tu cabello.
El champú y el acondicionador que usas podrían contribuir a un crecimiento capilar insuficiente. La mayoría de champús comerciales contienen sulfatos, los cuales eliminan los aceites naturales del cabello, dejándolo susceptible al daño. Los acondicionadores contienen siliconas que bañan el cabello con químicos, los cuales necesitan lavarse con más champú abrasivo. ¡Este ciclo realmente dañará tu pelo! En su lugar, podrías hacer lo siguiente:
- Lava tu cabello por última vez por un champú fuerte para eliminar cualquier resto de silicona. No te eches acondicionador, solo desenrédalo con cuidado y déjalo secar naturalmente.
- Deja que tu cabello descanse unos cuantos días. No le hagas nada: no lo laves, ni lo planches ni te apliques ningún producto.
- La próxima vez que te laves el cabello, usa un champú completamente natural. Lee la etiqueta y usa un champú que contenga solamente aceites y otros agentes limpiadores naturales, no químicos. Incluso podrías lávate el pelo con champú.
- Acondiciónatelo con vinagre de manzana diluido. Realmente funciona y cuando se seque no olerá a vinagre para nada. Para un tratamiento acondicionador profundo, prueba el aceite de coco. Si lo haces, nunca más querrás volver a usar los productos repletos de químicos.
4- Intenta peinar tu cabello con técnicas y productos completamente naturales.
Del mismo modo, empieza a usar métodos más suaves para peinarlo. Solamente haz uso de los aparatos, tales como la rizadora, la planchita y, claro está, la secadora muy de vez en cuando. Cambia los aerosoles y geles llenos de químicos por sus versiones naturales. Así tu cabello tendrá la oportunidad de crecer largo y fuerte, además recuperará su propia textura hermosa y única.
- Podrías hacer tu propio gel con ingredientes no perjudiciales.
- Para alisar el cabello encrespado y el volumen, aplícate un poco de aceite de argán u otro aceite cosmético, en vez de usar un producto comercial.
- Prueba los métodos naturales para rizar tu cabello sin calor o para alisarlo sin calor.
5- Ponte una mascarilla capilar cada dos semanas.
Esta mascarilla ayudará a reparar cualquier daño que el cabello haya sufrido y restituirá su hidratación natural. Después lo sentirás suave, sedoso, sano y se mantendrá así lo suficiente para seguir creciendo.
- Prueba una mascarilla de aceite caliente con aceite de coco o de almendras, pues el aceite de coco tiene una alta penetración y una gran capacidad acondicionadora mientras el aceite de almendras le aportará más brillo al cabello seco y débil. Masajea tu cabello con el aceite y ponte una gorra de baño. Pásate una secadora tibia sobre la gorra durante unos 10 minutos, luego sácate la gorra y lávate el pelo.
- También podrías aplicarte aceite de oliva tibio, canela y miel. Esta mascarilla aclarará tu cabello y lo acondicionará.
6- Protege tu cabello del daño externo.
Cúbrelo cuando pases muchas horas bajo el sol, cuando nades en una piscina con cloro o salgas a un lugar con un alto nivel de contaminación ambiental. El cabello podría dañarse por la exposición constante a dichos elementos, así que póntelo dentro de una bufanda, ponte un sombrero o un gorro de natación y asegúrate de emplear después los métodos suaves de lavado y de secado para mantenerlo sano.