La confianza del consumidor está deprimida, pero los ingresos disponibles están aumentando por diversas razones.
El crecimiento mexicano no tiene nada de especial. Aunque pudiera ser peor, ha sido decepcionante en el último par de años conforme incumple con sus objetivos y continúa con revisiones a la baja de las expectativas.
Pero el consumo anda bien. ¿Cómo es posible?
¿Es el resultado del ambicioso paquete de reformas estructurales del gobierno, el cual, según el propia administración, impulsará el crecimiento y el bienestar? No necesariamente. Si lo fuera, sería de esperar que también aumentara la confianza del consumidor, y no está aumentando, a pesar de un incremento en mayo del 0.5 por ciento en comparación con abril, después del ajuste por los cambios estacionales.